Llega el Acuerdo sobre la deuda en Estados Unidos
Estamos a dos días del día clave para la economía de los Estados Unidos, la fecha límite, el
día 2 de agosto, la cual podría tener consecuencias catastróficas en la economía mundial, lo que hace ya meses vienen anunciando día tras día grandes analistas y los organismos financieros internacionales, y no es broma, cuando decimos que el día 2 de agosto se le podría acabar el dinero al gobierno del estimado presidente de los Estados unidos, Barack Obama.
Así vemos que si el congreso de los Estados Unidos no aprueba la contratación de más deuda, observaríamos como este país dejaría de pagar sueldos, proveedores, gastos de mantenimiento y sus numerosas obligaciones financieras con todos los países del mundo que posean bonos del tesoro de los Estados Unidos.
Una vez más, como la semana pasada con respecto al segundo rescate de Grecia, vemos como los mercados están a la expectativa de lo que podría ser peor que la quiebra ocurrida en septiembre del 2008, Lehman Brothers, la cual provocó pérdidas de más de 500 mil millones de dólares, lo que sorprende es que solo hace una semana el riesgo fuera una posible desaparición del euro y ahora en estos últimos días el riesgo es que el dólar deje de ser la moneda de reserva ultima y en primer lugar, así vemos como Europa y Estados Unidos están siendo mirados con lupa por el FMI, y están los dos al borde del precipicio.
Y es que de Europa y Estados Unidos vienen las mayores complicaciones de la economía mundial en estos momentos. Las continuas disputas en temas que son realmente decisivos para el buen funcionamiento de la economía de los Estados Unidos entre los principales grupos parlamentarios, están llevando a este país a una situación inédita, la posibilidad de que la deuda de estados Unidos, que es siempre evaluada con la mayor nota posible por el monopolio calificador, podría ser devaluada. Si esta baja de calificación finalmente ocurriera, como ya ha ocurrido en otros países de la Euro Zona, implicaría que las tasas de interés que tiene el gobierno de los estados unidos en sus emisiones actualmente subirían. Estas tasas ya han aumentado ligeramente, así el jueves pasado se pagaba por un bono a 10 años, el 2,98% de intereses. Aun así se trata de una tasa relativamente baja si la comparamos con la que paga el gobierno alemán, el país más fuerte de Europa y que está en el 4%.
Esta disputa legislativa, aunque se centra en la elevación del techo del endeudamiento, también introduce otros temas decisivos en la actual agenda política de los Estadios Unidos, que afectan al resto del mundo. Por un lado para los republicanos todo pasa por acortar la actual capacidad de intervención del gobierno para el mejor funcionamiento económico, obligando a este a reducir el gasto social, pero sin que se aumenten los impuestos.
Para los demócratas y el propio presidente Barack Obama, están de acuerdo en la reducción del déficit, pero la diferencia que estos lo harían aumentando los impuestos a las empresas y ciudadanos con ingresos muy altos, particularmente a grandes conglomerados empresariales y a su vez reduciendo el gasto público, aunque con otras medidas.
Tanto Republicanos, como demócratas, están de acuerdo en que la solución es reducir el tamaño actual del gobierno estadounidense, limitando el déficit presupuestario, pero no están de acuerdo en la composición general de las finanzas actuales en este país.
No debemos olvidar que la deuda actual en Estados Unidos está en un 10% del PBI, la que resulta superior por ejemplo, a la deuda de déficit del gobierno español que se encuentra en el 7,1% del PBI, así que si esta deuda de Estados Unidos fuera mirada de igual manera que la actual deuda española, estaría mucho peor calificada la primera potencia mundial, aunque sabemos que hay diferencias significativas entre ambas economías, aunque el fondo del problema de ambos países es el mismo, y están tratando de resolverlos con reformas de una manera similar.
A estas horas del domingo parece que republicanos y demócratas han llegado a un principio de acuerdo para subir el techo de endeudamiento en Estados Unidos, a falta de arreglar algunos flecos y problemas menores, al parecer no llegara la sangre al rio y no habrá suspensión de pagos en la primera potencia mundial.
